Siempre se me ha dado bien la poesía y he tenido facilidad para crear poemas, por ello quiero dejar un poquito más mi huella en este blog deseando que os guste:
Verso:
Esta noche tuve un sueño
Soñé que era un colibrí
Que jugaba por ahí.
Sin saber cuantos peligros
Acechaban yo partí
Hacia unas altas montañas
Que en mi vida nunca vi.
Acelero mi aleteo
Pues aún me queda sufrir
Y es que este fatal mareo
No es fácil de digerir.
¿Quién me mandó a mí salir
del nido donde nací?
Con mi madre y mis hermanos
Es donde quiero vivir.
Prosa: "COLÍN EL COLIBRÍ"
Erase una vez un colibrí llamado Colín que vivía con su
madre y sus hermanos en su nido. El nido estaba situado en lo más alto del más
alto árbol del bosque. La madre de Colín así lo había decidido, pues no estaba
dispuesta a correr los inminentes peligros posibles causados por los animales
del bosque. La mayoría de ellos estaban siempre buscando comida y últimamente
escaseaba.
Colín era pequeño y no podía conseguir comida por voluntad
propia, pues era demasiado peligroso, así que su mamá salía dos o tres veces al
día, en busca de algún gusano u otro insecto que cazar para él y el resto de
sus hermanos.
Todos parecían estar muy a gusto con esa situación, pues era
de lo más cómoda. Todos menos Colín. El más pequeño de los hermanos era también
el más valiente y pronto su ímpetu por ayudar a su madre empezó a causar
problemas.- “Mamá mamá, déjame salir contigo a buscar comida”, a lo que su
madre respondía- “no Colín, que eres muy pequeño aún”.
Sus hermanos ya eran algo más mayores y estaban en edad de
empezar a cazar y ayudar a su familia, pero no parecían estar muy por la labor.
–Sí mamá, deja a Colín salir a cazar- decían, mientras ellos se acurrucaban y
calentaban en el nido. Pero la madre, muy enojada con la actuación del resto de
sus hijos, se enfadaba.
Hasta que un día mamá Colibrí no encontró nada para llevarle
a sus hijos al nido por lo que le dijo a Colín: - “Hijo mío necesito que salgas
a por comida”. Él se levantó eufórico y le respondió. – “eso está hecho mamá”-
y antes de que su madre pudiera decirle nada más abrió sus alas y echó a volar.
Su madre se quedó muy preocupada. Pasó un día entero y
pronto se hizo de noche. Colín no había vuelto a casa y su madre y hermanos
estaban muy muy preocupados. –Voy a buscarle, dijo la mamá de Colín, pero sus
hermanos le dijeron: - mamá hace mucho frío ahora y con la oscuridad de la
noche será imposible encontrarlo. Es mejor que vayas mañana.
Mientras tanto Colín se encontraba perdido y debido a la
oscuridad no sabía donde dormir, así que vio un enorme árbol, subió a una de
las ramas más altas y allí se quedó acurrucadito.
A la mañana siguiente Colín se despertó y creyó que todo
había sido un sueño. Pero nada más lejos de la realidad. Colín se encontraba en
aquella rama, pasando frío, y pensando que su madre estaría muy preocupada. Así
que decidió volver al nido, pues nunca había salido de éste y menos durante
tanto tiempo.
Salió camino del nido de su mamá, pero pronto se encontró
algo desorientado.
No sabía qué hacer, así que decidió ponerse a piar lo más
alto que pudo. Sabía que eso atraería a posibles animales depredadores pero no
le quedaba otra opción.
No paraba de gritar: mamaaaa, mamaaaaa…pío píol, pero no
tenía respuesta. Hasta que un rato más tarde casi afónico pensói que haría un
último esfuerzo muy grande. Cogió todo el aire que pudo en su diminuto cuerpo y
pió con todas sus fuerzas: Pío pío! Mamáaaa!!. De repente una voz suave salió
de algún lugar del cielo: - Coliiiiiiiin!!! Era su madre! Colín no podía estar
más feliz. – Mamáaa gritó él, y su madre voló a toda velocidad hasta donde
estaba. -¿Dónde estabas Colín? , - me tenías muy preocupada. Entonces Colín le explicó
que se había perdido y había decidido esconderse en un árbol para pasar la
noche con el fin de regresar al nido a la mañana siguiente pero, que una vez
llegada la mañana, no sabía ir.
Su mamá no sabía si regañarle o abrazarle, así que le hizo
prometer que jamás volvería a salir solo hasta que no supiera regresar al nido.
Entonces los dos emprendieron el viaje de vuelta a casa y al llegar, sus
hermanos le recibieron como a todo un héroe.
Te lo anoto.
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